martes, agosto 29, 2006

Homenaje al Cacique

Hola. Antes que nada un aviso: un servidor no se hace responsable del perjuicio que la lectura de estas líneas pueda causar en cualquier persona sensata. Dicho lo cual diré que hace unos meses hice mi primera incursión en el noble arte de la poesía con unos versos para Alicia. Hoy de nuevo vuelvo a atentar contra la Humanidad dedicando estos versos a otro de mis grandes amores: el Cacique. Ahí va:

Esta es una oda al Cacique
pero dada para este Arte mi negación
no esperéis rimas como las de Manrique
sino delirios de un gran borrachón.

Oh amado dios CACIQUE
yo sí me apunto a esta religión
ya que no dejo de preguntarme el porqué
estás tan bueno, cabrón.

Para beberte no me para ningún dique
aunque a veces me cuelan garrafón
yo te bebo incluso antes de que me den el tique(t)
de ahí que me pille semejante colocón.

Ya ha habido quien me ha dado un toque
y recomendándome Brugal se ha puesto cabezón
pero hay alturas de la vida, querido amigote,
en que uno ya no puede aprender a mear de refilón.

Para terminar dos cosas digo a voz en grito:
a veces mucho me apena que seas botella
así que me conformo con beberte y quedarme frito
pero tantísimo te deseo que quisiera ¡metertela toda ella!

Te quiero.

Por favor, esto es ridículo y eso que lo he redactado en plena posesión de mis facultades físicas y mentales, así que no quiero saber qué hubiese pasado si lo llego a hacer un sábado a altas horas de la noche... En fin, ahí queda este pequeño homenaje a este néctar maravilloso. ¡Gracias Naturaleza! Estaba pensando que cuando aparezca la mujer de mi vida va a ser mejor no dedicarle una poesía dadas mis nulas facultades, no sea que salga corriendo. Saludos.

lunes, agosto 21, 2006

He follado

Sí, he follado con Mordandis, una chica de 37 años, mi más fiel comentarista en los últimos meses y autora del blog “Diario de una cuarentonta”. Y lo cuento por varias razones: porque es un acontecimiento inusual en mi vida, porque en parte este blog es un diario personal y quiero dejar constancia de lo sucedido, y finalmente por si a alguien le puede resultar interesante la secuencia de acontecimientos producida.

En realidad no hay mucho que contar, simplemente le toqué las tetas, le desnudé y... A ver, seamos serios, vayamos por partes.

Empezamos en parte por el final: he ido a Madrid, he estado tres noche alojado en un hotel, he quedado con una chica allí y hemos hecho el amor. ¿Cómo hemos llegado hasta ahí? Bien, a raíz de tener el blog he entablado una serie de contactos con personas que me leen. En general esos contactos no han llegado a más por mi falta de tiempo por un lado y, principalmente, por mi poca predisposición, debido a malas experiencias anteriores que ahora no vienen a cuento, a tener relaciones a distancia, chatear, etc. Entre esas personas, la única con la que he mantenido una relación continuada desde hace unos meses, debido principalmente a su constancia pese a mi dejadez, ha sido con la persona que ahora me he citado en Madrid.

Mordandis apareció por el blog el 15 de febrero de este año, haciendo un comentario en esta entrada en el blog. Posteriormente, a raíz del II Campeonato Mundial de Buscaminas, nos añadimos en el Messenger y, a la que vez que jugábamos, tuvimos una serie de conversaciones. A partir de entonces, sin mucha frecuencia, hemos repetido conversaciones por chat y nos hemos intercambiado correos contándonos qué tal nos iba. En una de las ocasiones ella me mandó su teléfono, además de mandarme periódicamente distintas fotos suyas, pero yo no le he correspondido con ninguna de ambas cosas; ya he explicado anteriormente mi nulo interés por cultivar relaciones a distancia.

El caso es que ella siempre ha sido alguien agradable conmigo y me ha tratado genial, mostrando varias veces, de manera más o menos directa, su disposición a conocernos... En una de nuestras conversaciones por Messenger una apuesta hizo que perdiese una Cocacola con ella; a su vez, y a raíz de la publicación de la entrada en el blog "Voy a comprarme un consolador" ella me manifestó, conversando en el Messenger, que alguna vez se le había pasado por la cabeza comprar uno pero que jamás se atrevería a entrar a un sex shop sola. Bromeando, yo me ofrecí gustosamente a acompañarle a comprar un consolador e incluso a regalárselo siempre que me dejase estrenarlo con ella, jejeje; ella, también bromeando, me tomó la palabra. El caso es que periódicamente, además de tener conversaciones sobre múltiples temas, Mordandis me recordaba que tenía asuntos pendientes con ella...

A continuación relato los “polvos”. Pinchar aquí para seguir leyendo.

Eh, morbosillos, que os he pillado!!, jaja. Venga, seguimos donde lo dejamos.

Pues bien, recientemente, y de forma sorpresiva, he contado con unos días de vacaciones durante el mes de agosto. Se me pasó por la cabeza ir a pasar algún día a Barcelona puesto que es una ciudad que me encanta y en estas fechas los hoteles tienen unos precios asequibles. Comentando con ella mis planes para vacaciones le apunté la posibilidad de poner una entrada en mi blog solicitando voluntarias para compartir vacaciones (evidentemente más de cachondeo que con esperanzas de encontrar compañía) como ya hice en mis anteriores vacaciones (ver aquí), a lo que ella replicó que no era necesario que escribiese ninguna petición en el blog ya que ella estaba dispuesta a venirse conmigo de vacaciones a Barcelona. La verdad que su ofrecimiento me dejó pensativo aunque evidentemente me parecía una situación bastante comprometida para ambos el hecho de compartir vacaciones sin conocernos en persona y ni siquiera haber hablado telefónicamente nunca... El caso es que, dado el interés que durante meses había mostrado hacia mí, decidí ser caballeroso y pasar esos días en Madrid. Le consulté y le gustó el ofrecimiento, así que, viendo sus días laborables libres, acordamos las fechas en que me desplazaría a Madrid. Todo ello con la única pretensión de pasar unos días agradables, puesto que mi nula predisposición a mantener contacto habitual con alguien de fuera de mi ciudad seguía estando presente. He de decir que uno de los principales alicientes para realizar la visita es la alta “temperatura” de algunas de las conversaciones de Messenger mantenidas, esto es, la posibilidad de tener sexo... incluida la posibilidad de que ocurriera algo tan previsiblemente morboso como ir un sex shop a comprar un consolador.

Así que una vez acordado el plan fui ultimando los detalles para desplazarme a Madrid. Reservé hotel y transporte. Intenté ir a mi peluquería habitual pero en agosto estaba cerrada, así que desistí de cortarme el pelo aunque pienso que con el pelo corto estoy más favorecido (o sencillamente doy menos miedo, jajaja). Lo que sí hice fue afeitar mi pubis; ya se sabe, el viejo truco de recortar pelo en la parte de arriba donde comienza el pene para que parezca más largo... Yo creo que además de higiénico es más bonito un pubis cuidado... ¿o el hombre y el oso cuanto más pelo más hermoso? También fui previsor y acudí a comprar preservativos, hecho del que dejé constancia en la anterior entrada de este blog. Y por último, conforme a las conversaciones mantenidas anteriormente con Mordandis y a que yo soy alguien con memoria, jeje, intenté localizar sex shops en Madrid, yendo a dar con alguno curioso, como Harmony, aparentemente dirigido de forma específica a mujeres; quería que si finalmente íbamos a un local de ésos ella se sintiese cómoda... Se lo hice llegar a ella como indirecta aunque lastimosamente durante agosto estaba cerrado. Pero bueno, Madrid es muy grande y Google también, y un servidor no se da por vencido a la primera de cambio, así que indagué por otros posibles locales agradables...

El caso que a mediados de agosto me presenté en Madrid. Yo soy una persona reservada respecto a mi intimidad así que no había comentado con ningún conocido el plan que me había surgido para las vacaciones; la única persona que lo sabía es una chica a la que sólo conozco de internet y con quien tengo una especial relación de complicidad y cariño, ella es Alicia. El primer día en Madrid me instalé en el precioso hotel de cuatro estrellas que había reservado y me dediqué a caminar por el centro de la ciudad; entre otras cosas, siguiendo con mis indagaciones, aproveché para acercarme a Chueca, donde tuve el placer de encontrarme con un viejo amigo mío... y de quienes frecuentan este blog; luego os lo presento. A ratos, al deambular por las calles de Madrid (ciudad que me encanta), me cruzaba con chicas y pensaba: “¿Mordandis será como ésta? Pues está follable”. Y así me pasaba con casi todas las que me cruzaba... A ver, que no parezca que buscaba sólo un agujero, no, no, quería los tres... Es broma, en realidad esos pensamientos no ocuparon la mayor parte de mi tiempo, simplemente tenía la intención de pasar unos días agradables... y si además había sexo mejor. Además yo no soy tan duro, también necesito cariño, complicidad, mimos,... Durante el día intercambié numerosísimos mensajes de móvil con Mordadis, algunos de ellos algo subidos de tono por mi parte.

Bien, al día siguiente era el gran día. Quedamos a las 12,30 de la mañana frente a mi hotel (cortesía suya, que vino a buscarme en su coche). Aclaro que para ella, en parte, era una cita a ciegas, ya que como he manifestado ni le había mandado fotos mías ni habíamos hablado por teléfono nunca, habiendo concertado la cita a través de conversaciones en el Messenger y algún mensaje al móvil (le había facilitado mi número el día anterior a desplazarme a Madrid). Como he dicho anteriormente, mi nulo interés por relaciones a distancia hacen que no ponga casi nada de mi parte. Sí tenía intención de hablar por teléfono el día anterior a ir a Madrid... pero mi timidez hace que se trate de un trámite en principio poco agradable y tuve la suerte de que ella no insistió en el tema. Bien, perfectamente afeitado, duchado y perfumado, también con una estratégica gota de perfume en el ombligo porque imagino que si se da la circunstancia de que la chica hace algún “trabajo” por los “bajos fondos” es un detalles de agradecer, (ya señalé en su momento qué productos utilizo actualmente, ver aquí) bajé a su encuentro. Casualmente ella me comentó un día que su color preferido era el morado, así que yo me esmeré y llevé mis mejores “galas”: una camiseta de manga corta, morada y ajustada, de Armand Basi y unos pantalones de lino, muy finos y bonitos, de Caramelo. Pena que la cara de un servidor estropeaba el conjunto, jajaja.

Al llegar a su encuentro nos dimos dos besos (yo en general soy una persona fría, tal vez distante, en parte debido a la timidez) y en su coche nos dirigimos al centro de Madrid. Desde el primer momento la situación fue agradable, creo que para los dos, y así continúo el resto de la jornada. La conversación fluyó siempre de una manera natural... pero mi mente no dejaba de pensar cómo hacer fluir otras cosas... jaja, es broma. Bueno, se puede decir que ya había comenzado la ceremonia del cortejo, cosa harto difícil para alguien como yo, por lo que aprovecho para invitar a las mujeres a que en situaciones así nos metáis mano en cuanto os apetezca, ya que nosotros siempre estamos dispuestos... jejeje. Estuvimos comiendo y seguimos dando unos paseos... pero aún el aire corría entre nosotros. A eso de las 8 de la tarde nos sentamos en el Paseo del Prado, en un lugar tranquilo, casi sin gente,... fue una buena erección, perdón, elección. Estábamos bastante juntos, hablando cosas, unas banales, otras menos, hablando de nosotros, pero de buen rollito...

A mí me apetecía besarla pero no sabía cómo tomar la iniciativa, siempre hay dudas sobre las intenciones de la otra persona... Pasaba el tiempo y su cercanía y lo agradable de la situación hacían que me apeteciese besarla aún más... pero no me salía... hasta que finalmente, no sé cómo, tomé su mano y comencé a acariciarla suavemente... y finalmente, un cuarto de hora más tarde, nuestros labios se juntaron con dulzura... Lo malo es que he olvidado cómo se desencadenó la “chispa”, lo que quiere decir que la próxima vez que me encuentre en una situación similar las pasaré igual de “putas”, jajaja. En fin, que la chica ya había “caído”, ya la tenía en el “bote”; es broma. Continuamos besándonos durante largo espacio de tiempo... Ya desde la comida su escote hizo que sus pechos me llamasen constantemente... pero claro, era demasiado pronto para presentarme a ellos, así que a duras penas aguantaba la tentación de mimarlos... Bueno, el momento estaba resultando sumamente agradable y excitante. Al de un rato nos pusimos en pie y nos dirigimos en busca de su coche; tanto fuera como dentro de él los besos eran constantes y la temperatura iba en aumento... así que, como es de suponer, nos dirigimos al hotel... Con dulzura, pero también con pasión, hicimos el amor y durante varias horas, que siempre se hacen cortas, estuvimos abrazados besándonos, mimándonos, hablando... Tristemente ella tenía que acudir a su casa a dormir, así que a altas horas de la madrugada le acompañé a su coche y nos citamos para el día siguiente a las 1 de la tarde.

Al despertarme me aconteció una erección matinal que a veces se nos presentan a los hombres. Aprovechando el estado de calentura fantaseé con que ella llegase a la habitación y yo le abriese la puerta de la habitación recién duchado, con la toalla a la cintura... Justo a la entrada de la habitación había un espejo ancho que llegaba hasta el techo; qué bonito sería tenerla ahí de rodillas en la acogedora moqueta de la habitación, haciéndome una mamada frente al espejo mientras veíamos la “jugada” directamente o reflejada en el espejo... Pensé en mandarle un sms incitándole a subir, diciéndole que estaba recién duchado, excitado pensando en ella,... pero finalmente desistí y me preparé para ir a la cita. Como el día anterior ya había “pillado cacho”, esta vez me molesté menos y fui con un simple vaquero... jaja, que no, yo creo que iba bien dentro de mis posibilidades.

Este segundo día estábamos cansados; eh, no seáis “bienpensados”, mucho se debía a toda la caminata del día anterior por las calles de Madrid hasta que conseguí “meterle mano”, jeje, y a las pocas horas de sueño. Pues eso, que nos lo tomamos con tranquilidad. A media tarde nos dirigimos hacia Chueca. Sí, yo ya le dije que allí había un agradable local donde vendían instrumentos de “amor”... Como está dicho, en algunas ocasiones habíamos hablado sobre la posibilidad de ir a un sex shop juntos, así que yo creo que el momento era el adecuado. Para calentar motores estuvimos tomando algo en una terraza de la Plaza Chueca, junto a la parada de Metro de ese barrio. Seguidamente nuestros pasos se encaminaron hacia nuestro objetivo, calle Pelayo 46, donde se localiza una de las tiendas de Amantis. Sí, yo había localizado este sex shop en google y su web daba a entender que se trataba de un lugar muy surtido... pues ni mucho menos, es un local pequeño. Eso ya lo había comprobado yo en mi visita anterior pero también es cierto que no se parece en nada al resto de sex shop que había visitado con anterioridad (habré ido cinco veces en toda mi vida) ya que se trata de un local de puertas abiertas, nada tétrico, donde uno se encuentra con la misma tranquilidad que si estuviese en el super,... en fin, donde todo tiene la normalidad que han de tener estas cosas.

Curiosamente, quién me lo iba a decir, mi primer día en Madrid había visto yo en ese local a ese viejo amigo nuestro al que me he referido anteriormente: sí, allá entre los estantes, estaba, ni más ni menos, el vibrador cuya foto yo había colocado en la entrada de este blog "Me voy a comprar un consolador", sí, justo ése, qué casualidad. En fin, qué pequeño es el mundo, fue una sorpresa encontrármelo allí y no puede menos que guiñarle el ojo al verle. El segundo día, como digo, acudí acompañado por Mordandis. A ella, como a mí, el juguete le pareció una monada; curiosamente yo pensaba que era un aparato grande y qué va, es pequeñito y de poco diámetro, y viene contenido en una caja preciosa, es sumergible... Vamos, que no se trata de nada soez sino de algo diseñado con muy buen gusto... aunque no tanto como el que proporciona, jajaja. ¿Para qué darle más vueltas? En cualquier caso la última palabra la tenía ella y decidió que le gustaba mucho el modelo color rojo (más información tanto en la web oficial del producto Fun Factory como en la página de la tienda que describe las características de este producto, ver aquí). Siguiendo las recomendaciones compramos también un lubricante sabor cereza, concretamente de la marca Bioglide. Primera vez que iba a un sex shop con una mujer y la cosa no iba mal, aceptó mi regalo y ya sólo quedaba probarlo... Yo quería metérselo al salir de ahí mismo... que no, es cachondeo, no soy un bruto, teníamos mucho tiempo por delante... Fuimos al coche y ella no se resistió a la tentación de abrirlo y ponerle las pilas... hecho lo cual yo no me resistí a encenderlo y pasarlo por su carita, sus labios, e introducirlo suavemente en su boquita... En fin, que a partir de ese momento yo no fui nadie porque hacía más caso al juguete que a mí, jajaja. Nos dirigimos al hotel y comprobamos que todo lo que prometía nuestro nuevo amigo era cierto, qué suavidad la suya, qué tacto más agradable, qué vibraciones más ricas, qué intrepidez para adentrarse en los rincones más inhóspitos... Ah, y yo no sabía que me gustasen tanto las cerezas... jajaja. En fin, fue divertido... hasta el momento que a altas horas de la noche ella tuvo que volver de nuevo a dormir a su casa. Eso sí, no le permití marcharse con su nuevo amigo... No puede evitar hacerle un pequeño chantaje (consentido): si lo quería tendría que venir a recogerlo a la habitación a las 11 de la mañana, con puntualidad, que a las 12 había que abandonar el hotel... jejeje. Es que yo quería jugar de nuevo antes de irme de Madrid; para gustos están los colores pero es que a mí este juego me resultó bastante más divertido que el parchís... Y sí, allí apareció puntual como ella es a las 11 de la mañana... y esta vez yo sí que le esperaba con la maleta hecha y recién duchado y con la toalla a la cintura... Gustosamente le abrí la puerta y nos dimos otro “homenaje”...

Después abandonamos el hotel y fuimos a comer juntos; estábamos a gusto pero el tiempo se agotaba: ella debía ir a trabajar y yo me volvía a Vitoria. Nos despedimos en su coche entre besos, “manitas”,... y promesas de amor eterno... Bueno, no, esto último no. Ohhh, qué pena, ¿no? Pero las distancias y mis reticencias a ellas siguen presentes, así que quien sabe si nos volveremos a ver... o no.

Tras despedirnos yo me dirigí a ese gran centro de la cultura que es el Fnac de la plaza Callo, donde me “auto-regalé” el que ya confesé era mi libro preferido: la nueva edición revisada por el autor de “El jinete polaco”, de Antonio Muñoz Molina. Hecho lo cual sólo me quedó regresar a mi ciudad de origen.

En fin, poco queda ya salvo hacer algunas reflexiones finales. Sólo puedo decir que se han tratado de unos días estupendos, fundamentalmente por la compañía de Mordandis, lo bien que me ha tratado, su simpatía, cariño, dulzura... No lo olvidaré nunca. Ella ha sido también la primera chica que ha saboreado mi semen; esto es una pequeña parte dentro de todo el conjunto, pero es algo que me llega hondo y que tampoco olvidaré. Si algo he hecho mal, o algo te ha molestado, atribúyelo a mi impericia, nunca a mi intención, he procurado tratarte con toda la dulzura del mundo. Gracias por todo cariño.

Es una pena que todo haya sido tan rápido; ahora me queda volver a la rutina en que se suele desarrollar mi vida. No es mi ideal, andar con citas tan apresuradas... pero bueno, creo que mientras no haya algo más profundo en mi vida es muy agradable vivir algo como lo aquí descrito, una vez al año no hace daño, ¿no? Lo sucedido no lo veo como algo muy extraño; es evidente que a mí no me pasan cosas así habitualmente y que el objetivo de mi vida no es acumular citas con féminas sino en todo caso encontrar a una con quien me apetezca compartir muchas cosas, más allá de algo puntual... pero lo dicho, no veo lo aquí relatado como algo extraño o escandaloso; no, escandaloso, a pequeña escala, es no disfrutar nuestra sexualidad, y escandaloso de verdad, a gran escala, es que cada día mueran miles de niños por desnutrición.

Bueno, por fin ha “caído” una lectora de este blog; cualquier otra interesada ruego se ponga en contacto conmigo y me transmita sus fantasías más íntimas, ya verás como yo te ayudo a hacerlas realidad... Garantizo discreción absoluta. Ejem, a ver, a quien piense que esto no se compadece con la anterior le diré que todo lo aquí publicado cuenta con la aprobación y visto bueno de la follada, perdón, quería decir de la interesada.

Por otra parte, si lo pienso detenidamente, este blog se creó con la única intención de echar algún “polvo”; ahora que el objetivo se ha cumplido puede ser un buen momento para “echar la persiana” y “¡a otra cosa mariposa!” ¿O acaso alguien cree que me queda algo interesante que contar? Jaja, qué narcisista soy.

De vuelta a la cruda realidad veo que me veo obligado a cuidarme un poco para recuperar mi esbelta figura. Sí, es que siempre me ha gustado la comida así que durante estos días en Madrid he aprovechado para darme unos buenos “homenajes”. No quiero dar envidia a nadie, pero siempre he sido algo elitista, así que estos días me he desenvuelto totalmente a mi aire en sitios de alto “standing” tales como McDonald’s, VIPs, Rodilla o Ginos. En fin, que ahora a la vuelta me veo obligado a hacer dos dietas, una voluntaria y puntual, la gastronómica, y otra involuntaria y continua, la de no “comerme una rosca”.

Bueno, así han sido las cosas y así las he contado.

Muchas gracias por todo Mor.

Actualización: Mordandis lo ha contado de una forma muy bonita en su blog. Pinchar AQUÍ para leer.

domingo, agosto 13, 2006

¿Por qué no hacen condones más largos para los vascos?

Hoy he ido a un sex shop y tengo que formular una queja. Sí, he estado mirando entre las diversas opciones de preservativos que había. Lo típico, de un color, otro, más o menos finos... Me ha llamado la atención un modelo negro que había; hombre, puede ser sexy... pero por otro lado no me ha dado mucho “feeling” ya que lo mismo te lo pones, durante el fragor del acto te olvidas que lo llevas y al vértelo te das un susto enorme: ¡ostias, que se me está gangrenando!

A lo que íbamos: después de examinar todos los modelos no he encontrado ninguno que se adapte a mis necesidades: ¿pero cómo es que hacen condones tan cortos? A ver, aclaro: me estoy refiriendo al periodo de caducidad. Sí, porque todos caducaban en el 2008 o 2009. Por favor, ¿en qué cabeza humana entra que un vasco gaste una caja de condones en tan poco tiempo? Pero si es sabido que aquí no hay quien folle; si siempre se ha dicho que a los vascos nos gusta más la navidad que el sexo porque la navidad es algo que ocurre más frecuentemente.

En fin, no sabía si pedir la hoja de reclamaciones o qué... pero bueno, finalmente he optado por resignarme. Total que me he visto cohibido ante tanta polla (de plástico) apuntándome y he optado por comprar unos de una caja verde muy bonita. En fin, vaya forma de tirar el dinero. Saludos.

martes, agosto 01, 2006

Una pregunta directa a tu conciencia: ¿Tú qué haces para luchar contra las injusticias?

Creo que es importante acostarse con la conciencia tranquila y sabiendo que uno ha puesto de su parte lo que ha podido para arreglar las injusticias que hay en el mundo; es lo que yo intento hacer a diario, espero que tú también.

Sin ir más lejos, y por poner un ejemplo, ayer estaba paseando por la calle cuando sorpresivamente vi a tres personas que estaban golpeando a un señor mayor. No sé, fue algo superior a mí ver tamaña injusticia, así que, de una manera instintiva, no pude evitar meterme: Uff, ¡menuda paliza le dimos entre los cuatro, qué a gusto nos quedamos!

Saludos.