La marcha de Josu Jon Imaz y el nuevo escenario político vasco

El anuncio de Josu Jon Imaz de abandonar la actividad política me incita a hacer una valoración política. No obstante, quería destacar en primer lugar la alta valía política y humana de Imaz, el hecho de que su actividad política se base en unos principios éticos firmes, su respeto y reconocimiento al adversario político, su exquisito cuidado de las formas y del lenguaje (fundamental en quien tiene una faceta pública) y finalmente, por no extenderme, su despedida es otro ejemplo de su clase: un político ha de basar su quehacer en el servicio a la comunidad y "reintegrarse" en ésta cuando cree que ya ha realizado su labor pública.

Más allá de esto, la marcha de Imaz se engloba en el proceso de debate en que se haya inmerso el PNV. Es en este punto donde, coincidiendo en las principales aspiraciones manifestadas por Imaz , puedo hacer mis propias matizaciones: cualquiera estamos de acuerdo con los conceptos manejados por él (transversalidad, acuerdos entre distintos, no imponer-no impedir, moderación, etc.) pero el problema se sustenta a la hora de llevar a la práctica política estos conceptos. Curiosa ha resultado la alta valoración que se ha dado a Josu Jon Imaz, hecho que se refleja sobremanera con su marcha, por parte del españolismo (PSOE, PP, El País, El Mundo, …); sí, analizándolo detenidamente resulta que cualquier político vasco no españolista es alabado por el nacionalismo español siempre que, declarándose partidario de la libertad del País Vasco, no lleve a cabo políticas encaminadas a conseguir esa libertad. Es decir, parece que ante ciertas posiciones "radicales" se acepta como mal menor un "moderado" (calificaciones empleadas en realidad por quienes son contrario a las posturas de los partidarios de la libertad del País Vasco y tienen el afán de sembrar la división).

Al hilo de esto, y ante la marcha de Imaz y el supuesto triunfo en el PNV de las posiciones soberanistas, ya están todos los medios españoles asustados y asustando, anunciando muchos de ellos que viene el "coco", que se va a romper España, señores, ¡se va a romper España! Yo lo que creo es que el PNV no va a tomar ninguna deriva antisistema pero que sí sería conveniente es que haga las políticas precisas encaminadas a que los vascos vivan más libres. Sí, lo que no puede ser es que se mantenga el actual status quo donde los partidos nacionalistas españoles (PSOE y PP) ven como, sean cuales sean los resultados electoras en el País Vasco, siendo mayoría o minoría, se lleva a cabo la política que ellos demandan y no la de quien gana las elecciones.

En definitiva, y resumiendo, hay que ir a un escenario político donde se vean respetados los derechos de todos los ciudadanos. Prioritario, ineludible, en este camino es que ETA desaparezca y se empleen única y exclusivamente medios políticos para conseguir objetivos políticos. En el ámbito de los acuerdos políticos, lo que no es en absoluto válido, en mi opinión, es un proceso de reforma estatutaria como el realizado en Cataluña, pretendido "caramelo" al que aspira el PSOE. No, digo que
algo así no es aceptable porque vemos el resultado conseguido en Cataluña: se dice reconocer una nación… y resulta que luego no puede tener ni una triste selección deportiva. ¿A dónde vamos con eso? Como es de suponer lo que no es efectivo es que la montaña se ponga a parir y, después de múltiples espasmos y contracciones, nazca un ratón. Desde que tengo uso de razón miles de vascos hemos vivido bajo la imposición del nacionalismo español: yo no soy partidario de imponer a nadie una nación, ¿por qué entonces me han de obligar a mí a ser español? En definitiva, hay que ir hacia un escenario de resolución del conflicto vasco en el que, a diferencia de la situación actual, la legalidad reconozca, respete y salvaguarde los derechos de todos los ciudadanos vascos, y no sólo la de quienes se sienten españoles como sucede ahora, y todas las opciones políticas, incluida la que aspira a que el País Vasco sea un país más dentro de Europa, puedan llevarse a cabo efectivamente.

Muchas gracias a Josu Jon Imaz por los servicios prestados y su intachable trayectoria. Su ejemplo no cae en saco roto y el diálogo, la moderación, la tranquilidad y el sosiego presidirán la búsqueda de soluciones respetuosas para el conjunto de la ciudadanía.