Un amigo fue de putas

Hasta ahí “normal”. La historia es la siguiente: a un buen amigo le gustaba una chica. Se conocían de compartir clases de idiomas. Dado que ella vivía fuera de nuestra ciudad se intercambiaron las direcciones y se cartearon durante un período; imagino que alguna vez hablaron por teléfono. El caso es que mi amigo estaba ilusionado... Finalmente un día él fue a visitarla y las cosas no salieron como él deseaba. No pasó nada malo pero la chica no tuvo excesiva complicidad con él, de hecho no estuvieron solos sino con las amigas de ella. No sé si esto significaba que él no tenía posibilidades, el caso es que hubiese preferido que las cosas se hubiesen desarrollado de otra forma.

Eso fue un sábado. El domingo se levantó triste. Imagino que le dio vueltas a la cabeza. El caso es que, después de comer, cogió el coche y se fue a una ciudad a una hora de viaje. Cogió la autopista y condujo más rápido de lo aconsejable. Imagino que quería olvidar, evadirse. Sabía a lo que iba: antes de salir de casa había consultado en el periódico casas de citas. Fue a la más grande, lo que equivale a decir, donde más chicas podían “ofrecerle”. Efectivamente, siguiendo los trámites habituales le metieron en un salón y las chicas desfilaron ante él en lencería. Eligió la que más le atraía.

Fueron juntos a la habitación. Se desnudó e imagino que se limpió. El caso es que se excita muy rápido. Al poco de tocarse con la chica se corrió. Creo que en total la cosa no duró cinco minutos. Acabado el servicio la chica se retiró, el se vistió, y de nuevo una hora de coche vuelta a casa.

Un día me lo contó. Yo no tuve mucho que decir, son cosas que pasan.