Un amigo fue de putas
Eso fue un sábado. El domingo se levantó triste. Imagino que le dio vueltas a la cabeza. El caso es que, después de comer, cogió el coche y se fue a una ciudad a una hora de viaje. Cogió la autopista y condujo más rápido de lo aconsejable. Imagino que quería olvidar, evadirse. Sabía a lo que iba: antes de salir de casa había consultado en el periódico casas de citas. Fue a la más grande, lo que equivale a decir, donde más chicas podían “ofrecerle”. Efectivamente, siguiendo los trámites habituales le metieron en un salón y las chicas desfilaron ante él en lencería. Eligió la que más le atraía.
Fueron juntos a la habitación. Se desnudó e imagino que se limpió. El caso es que se excita muy rápido. Al poco de tocarse con la chica se corrió. Creo que en total la cosa no duró cinco minutos. Acabado el servicio la chica se retiró, el se vistió, y de nuevo una hora de coche vuelta a casa.
Un día me lo contó. Yo no tuve mucho que decir, son cosas que pasan.