¿Hay que ilegalizar el PSOE?
Últimamente son numerosas que las opiniones que se vienen oyendo en el País Vasco a favor de la ilegalización del Partido Socialista Obrero Español. Sí, así como desde ciertos sectores se insta a la ilegalización de ASB, Acción Nacionalista Vasca, y Agrupaciones Electorales varias en base a la Ley de Partidos desde muchas capas de la sociedad vasca se aboga por la igualdad ante la Ley y, por tanto, la aplicación de esa misma Ley de Partidos al PSOE para proceder a su ilegalización, incautación de bienes y disolución, amen de vigilar para prevenir un fraude de ley con la creación de nuevos partidos que sucedan al PSOE cuando sea ilegalizado.
La razón es clara y no se le escapa a nadie: puesto que la Ley veta la participación en el juego político, y por tanto en las Instituciones, a quien no condene la violencia el PSOE cumple todos los requisitos para ser ilegalizado: no es que ante una situación de violencia callase o mirase para otro lado sino que, como ha quedado demostrado en sede judicial, fueron los propios miembros del PSOE quienes crearon, dirigieron, surtieron de fondos económicos, etc., a la banda terrorista GAL. Y a más y más, estos miembros del PSOE (o subordinados mandados por miembros del partido) pillados "con las manos en la masa" (o más bien en el saco de cal viva con el que enterrar a personas torturadas y asesinadas sin juicio, o en la caja de de dinero de fondos reservados con la que financiaban la organización terrorista) no han sido repudiados ni expulsados del partido. Qué va, con fraternal solidaridad se les acompaña y jalea hasta la puerta de la cárcel, por lo tanto el conjunto del partido respalda las actividades terroristas de esos miembros de su organización.
Curiosamente últimamente está surgiendo la teoría de si la Ley de Partidos es aplicable al PP, incluso ya hay un debate establecido en la sociedad vasca de los diversos motivos por los que la Ley puede acarrear la ilegalización del PP. En primer lugar, por reciente, está el hecho de que este partido apoyó, y por tanto se entiende que no condena, el empleo de la violencia en Irak sin la aprobación de la ONU y por tanto de forma ilegal. Por si esto fuera poco, este partido se muestra reincidente ya que alberga en su seno a numerosos miembros que en su momento fueron partidarios de Franco el asesino y su régimen enemigo de la libertad de los ciudadanos. Sin ir más lejos, el que durante muchos años fue máximo dirigente de ese partido era ministro del dictador y ni a él ni a muchos de sus compañeros de partido se le ha oído un arrepentimiento, una condena o repulsa de aquel régimen de terror, teniendo que aguantar encima que se dediquen a dar clases de democracia.
Esperamos por tanto que el nacionalismo español no aplique dos varas de medir y se proceda a la ilegalización de los partidos que apoyan el uso de violencia para la consecución de objetivos políticos obviando el cumplimiento de las leyes.
La razón es clara y no se le escapa a nadie: puesto que la Ley veta la participación en el juego político, y por tanto en las Instituciones, a quien no condene la violencia el PSOE cumple todos los requisitos para ser ilegalizado: no es que ante una situación de violencia callase o mirase para otro lado sino que, como ha quedado demostrado en sede judicial, fueron los propios miembros del PSOE quienes crearon, dirigieron, surtieron de fondos económicos, etc., a la banda terrorista GAL. Y a más y más, estos miembros del PSOE (o subordinados mandados por miembros del partido) pillados "con las manos en la masa" (o más bien en el saco de cal viva con el que enterrar a personas torturadas y asesinadas sin juicio, o en la caja de de dinero de fondos reservados con la que financiaban la organización terrorista) no han sido repudiados ni expulsados del partido. Qué va, con fraternal solidaridad se les acompaña y jalea hasta la puerta de la cárcel, por lo tanto el conjunto del partido respalda las actividades terroristas de esos miembros de su organización.
Curiosamente últimamente está surgiendo la teoría de si la Ley de Partidos es aplicable al PP, incluso ya hay un debate establecido en la sociedad vasca de los diversos motivos por los que la Ley puede acarrear la ilegalización del PP. En primer lugar, por reciente, está el hecho de que este partido apoyó, y por tanto se entiende que no condena, el empleo de la violencia en Irak sin la aprobación de la ONU y por tanto de forma ilegal. Por si esto fuera poco, este partido se muestra reincidente ya que alberga en su seno a numerosos miembros que en su momento fueron partidarios de Franco el asesino y su régimen enemigo de la libertad de los ciudadanos. Sin ir más lejos, el que durante muchos años fue máximo dirigente de ese partido era ministro del dictador y ni a él ni a muchos de sus compañeros de partido se le ha oído un arrepentimiento, una condena o repulsa de aquel régimen de terror, teniendo que aguantar encima que se dediquen a dar clases de democracia.
Esperamos por tanto que el nacionalismo español no aplique dos varas de medir y se proceda a la ilegalización de los partidos que apoyan el uso de violencia para la consecución de objetivos políticos obviando el cumplimiento de las leyes.