domingo, junio 25, 2006

¿Quien no es de izquierdas a los dieciocho años no tiene corazón? ¿Quien sigue siéndolo a los cuarenta no tiene cabeza?

Es un dicho antiguo el que encabeza esta entrada en el blog y sí puede tener parte de razón ya que con dieciocho años casi todos hemos soñado con un mundo mejor, para lo cual es evidente que hay que cambiar muchas de las facetas de nuestra sociedad. Dado el ímpetu propio de la juventud a veces esas ansias de justicia llevan hasta ver necesario hacer la revolución.

Bueno, he de reconocer que lo anterior puede ser comprensible pero también es cierto que el paso de los años le hace a uno ver las cosas con más templanza, al fin y al cabo la juventud es una enfermedad que se pasa con el tiempo. A ver, no es que hayamos renegado de nuestros ideales sino que creemos que han de ser llevados a cabo de otra forma. Hago por tanto desde aquí un llamamiento a la juventud vasca para que nos deje gestionar a nosotros, a quienes tenemos experiencia, la consecución de la justicia en nuestra sociedad. Eso sí, lo anuncio desde ya para que nadie se lleve a engaño: si hace falta se hace la revolución... pero de salón, es decir, que todo cambie... para que todo siga igual.

Esto es, con las cosas del comer no se juega: es muy bonito tener nuestra casita, coche, y demás propiedades como para ponerlas en juego ahora. Venga, reconozcámoslo: cuando gritábamos aquello de “burgueses, os quedan pocos meses”, en realidad no es que quisiésemos acabar con ellos sino ocupar sus puestos (jajaja). Como siempre se ha dicho, “los experimentos con gaseosa”, así que ocupémonos de hacer que la economía funcione, para lo cual no hay otra receta que estabilidad, control de la inflación, ajuste del gasto público y, cómo no, libertad de mercado. Hay poco margen de juego ahí, está más que probado que medidas demagógicas como subir los impuestos a los ricos sólo consigue hacer disminuir la recaudación, justo lo contrario que sucede al bajar los impuestos para quien genera riqueza.

¿Que otro mundo es posible? Seguramente sí pero puesto que está visto que en el tema económico hay poco que hacer podemos decantarnos por otras áreas: hagamos políticas avanzadas en temas sociales, culturales, educativos, destinemos menos recursos a los gastos militares, hagamos políticas de igualdad de sexos, de igualdad de derechos para todas las opciones sexuales, disminuyamos la influencia de las religiones en la vida pública y dejémoslo para el ámbito privado, respetemos el medio ambiente ... pero con límites, claro está. Es decir, si quitamos las centrales nucleares habrá que colocar miles de molinos de viento de treinta metros encima de nuestros tejados para generar la misma energía, ¿no?

Lo dicho, no hemos claudicado de nuestros principios y seguimos estando más cerca de los dieciocho que de los cuarenta años. ¡Viva la Revolución!

Actualización: Por supuesto, que nadie dude que la independencia del País Vasco sigue siendo prioritaria, en eso nos vamos reafirmando con el paso de los años.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Nen! estarás tú más cerca de los dieciocho, que lo que es esta menda, le quedan tres para los cuarenta, asi que no te digo ná!

Agur yogur, muaks

26/6/06 2:43 a. m.  
Blogger Cabrit0 said...

Es que a los 18 uno todavia no esta al tanto de cómo se produce la riqueza y se llega a creer uno en que se puede llegar a distribuir porque es ilimitada, solo que se queda entre los ricos, quienes sí las producen...

A los 40, que ya tenemos 20 años en el sistema productivo, nos damos cuenta que los recursos son escasos y la riqueza debe ser producida y que el mercado la distribuirá a cada quien según su capacidad....Pero lo que sí se llega comprender a los 40 y no a los 18 es que las ideas de izquierdas no tienen sentido porque son un disparate....No es que uno sea mas inteligente a los 40 que a los 18 sino que uno se da cuenta, porque ya sí sabemos cómo se produce la riqueza, que a más Estado, más miseria.

26/6/06 4:45 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

apa lehendakari!

solamente un comentario para dejar claro lo de los eólicos.
La energía eólica no es una energía alternativa en el sentido de sustitutiva. No puede serlo porque depende del clima, que es un proceso estocástico incontrolable, aunque predecible.
La energía eólica puede ser una energía de apoyo, es decir, cuando pase un frente borrascoso se podrán cerrar los grifos del gas que alimenta las centrales de ciclo combinado o se dejará de quemar carbón en las termicas lo que implica un ahorro económico y menos contaminación.
Lo que nunca va a ocurrir es que desaparezcan las centrales tradicionales para poner eólicos porque estaríamos a merced del viento.

Cuando se tienen 18 años se desconocen muchas cosas, como esto, por ejemplo. Bendita inocencia.

enga
el cantabrón

27/6/06 11:06 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

A veces sigo sientiéndome de dieciocho...o será que prefiero perder la cabeza, de manera muy frecuente.

Besos

1/7/06 8:24 p. m.  
Blogger El Lehendakari said...

~~~Naufragando por la red, eso sí, hay que mantener los ideales... y la racionalidad; no creo que sean incompatibles. Un beso.
Ah, se me olvidaba ;-), que te aprovechen los rabos. De pasas, por supuesto, jaja. Besos.

Mordandis, ¿pero te decantas por la revolución o por la derecha? Jaja, qué radical; qué más dará. Muackiss.

Cabrit0, hola; sí, a más Estado menos generación de riqueza, eso parece claro, pero es necesario cierto Estado para generar ciertas funciones de reparto de la riqueza (por ejemplo a través de asistencia médica para todo el mundo). Lo que está claro es que las habas son contadas y el Estado no puede atender todas las necesidades si no es a cuenta de aumentar los impuestos... con lo cual se entra en una dinámica que empobrece a todos. Se siente, el capitalismo es así, jeje. Pero por eso decía que así como en la economía es difícil inventar algo sí es posible aplicar políticas de izquierdas en temas sociales, culturales, etc.

El cantabrón, gracias por la clase magistral. Lo de la energía era el “chocolate del loro” dentro de todo el argumento pero a eso me refería, que podemos posicionarnos en contra de ciertas formas de generación de energía eléctrica... pero es difícil llevarlo a la práctica. Saludos.

Simplemente yo, o sea que todos somos egoístas, ¿no? Puede ser, aunque algunos más que otros. Pero sí, de joven se es más idealista, igual porque no se tiene nada que perder...

Chusbg, ahí te he visto bien, no dejándote llevar por el conformismo; hay muchas cosas que mejorar y no hay que dejar de intentar que se mejoren. A seguir así! Saludos.

Elvira, haces bien sintiéndote de dieciocho, lo importante es ser feliz, o al menos encontrarse a gusto. Besos.

30/7/06 7:43 p. m.  

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